por Cynthia | Dic 27, 2017 | INICIO, MI FE
Querido lector, ¡FELIZ NAVIDAD! Ya estamos dentro de las celebraciones de la «Octava de Navidad» que abarca desde la solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor hasta el día 1 de enero. Merecía la pena vivir bien esa espera. Este año anduve meditando los textos de la revelación en la Sagrada Escritura, de S. Lucas y S. Mateo: el anuncio y el nacimiento del primo de Jesús: Juan «el Bautista»,»el precursor» (Lc 1, 5-25 y Lc 1, 57-66), Juan, que significa: «El Señor da su gracia». El anuncio de la maternidad divina de María (Lc 1, 26-38), la visita a su prima Isabel (Lc 1, 39-45), el glorioso Magníficat de María que eleva sus sentimientos en el Espíritu para con Dios (Lc 1, 46-56), el cántico de Zacarías (Lc 1, 67-80), el anuncio de la paternidad a José (Mt1, 18-25) … hasta que Jesús nace en Belén (Lc 2,1-7) y la adoración de los pastores (Lc 2, 8-20). Me detuve con interés en la Genealogía de Jesús según la línea real (Mt 1, 1-17) pues San Mateo trae la genealogía real, según la línea por la que se transmitía el derecho de sucesión al trono de David. Jesucristo, al hacerse hombre – ¡tiene su propia genealogía! – y así: es «Hijo de David». El Mesías anunciado. Se hace hijo de Abraham y nuestro hermano mayor. A poco que se medite, es del todo impactante. «Así que son 14 generaciones desde Abraham hasta David, 14 desde David hasta la cautividad de Babilonia, y 14 desde la cautividad de Babilonia hasta Cristo«. (Mt 1, 17) Después, cayó en mis manos de...